En los años 60 se realizó un experimento con niños de 4 años de edad y malvaviscos.

Los niños estuvieron en una habitación solitos con un malvivas frente a ellos. El investigador Walter les dijo: “Puedes tener el malvavisco ahora o usted puede esperar 15 minutos y obtener 2 malvaviscos“. Luego salió de la habitación y observó el comportamiento del niño.

10 años más tarde, Walter Michael encuestó a los mismos estudiantes para ver cómo iban.

Curiosamente, los niños que habían resistido a comer el malvavisco tenían mejores calificaciones de la escuela y el éxito social de los niños que comieron el malvavisco inmediatamente. También podrían manejar sus niveles de estrés con mayor eficacia y eran menos propensos a tener problemas con su peso.

La simple razón es que tenían mejor autocontrol (voluntad). Este experimento de bombones con niños de 4 años midió tolerancia a la frustración.

Para un resumen moderno de esta investigación, echa un vistazo a la charla a continuación.

El autocontrol es como un músculo: puede fortalecerse con las actividades adecuadas y estilo de vida. Se puede sentir incómodo o difícil al principio, pero cuanto más lo haces, más fácil se vuelve.