En mi experiencia con pacientes que buscan bajar de peso, las complicaciones vienen de un desbalance en la armonía entre mente y cuerpo. Por ejemplo, una dieta restrictiva no está en armonía con tu parte psíquica y 9 de 10 casos terminan en fracaso o ganancia de peso. Eliminando estos 6 principales errores tendrás más probabilidad de éxito a la hora de empezar un tratamiento nutricio.

 

No pudiste establecer una meta clara
Si no tomas una decisión para saber exactamente a dónde quieres dirigirte, ¿cómo podrás llegar a lograrlo? Imagina que estás yendo de vacaciones sin saber qué lugar vas a visitar. Cuando los pacientes vienen a pedirme ayuda para bajar de peso la primera pregunta que hago es: ¿qué quisieras lograr? Generalmente las respuestas son un poco vagas como “verme bien”. Estas respuestas son como decir que quieres ir a un lugar soleado de vacaciones; sin embargo, no hay una meta clara. Tu mente necesita una meta final y clara a la cual apegarse, de otra manera se pierde la objetividad y las razones para tomar decisiones activas o comenzar el proceso con motivación. Una meta clara podría ser “Quiero que me vuelvan a quedar unos jeans que no he podido usar, y sentirme cómoda”.

No creaste un mapa de seguimiento
Algunos pacientes establecen una meta clara pero siguen sin poder bajar de peso. Otro error importante es no hacer un plan que te lleve de donde estás ahora a dónde quieres llegar. El plan más común es comenzar una dieta y hacer más ejercicio. ¿Te ha funcionado? Piensa en todos los pasos que tuviste que hacer para planear tus vacaciones. Necesitas definir paso por paso el plan a seguir, éste debe ser totalmente personal y debes de dedicar tiempo para trabajarlo. Te recomiendo incluir los 4 siguientes puntos en tu plan de acción.

No identificaste tus impulsos emocionales al comer
¡Levanta la mano si alguna vez has comido cuando no tienes hambre! No puedes bajar de peso cuando comes frecuentemente sin sentir hambre. Actualmente la comida siempre está disponible y cerca de nosotros, lo que provoca que satisfacer él hambre física no sea la única razón por la cual comes. Hay muchas otras razones que incluyen: aburrimiento, estrés e infelicidad. La comida que entra a tu cuerpo cuando no la necesita se va directamente a los depósitos de grasa. Tu plan debe incluir estrategias para sobrellevar estos momentos, existe mucha información que puedes consultar para enriquecer tu plan.

No te hidrataste correctamente
No todos saben que la sed y el hambre son señales que se confunden frecuentemente por nuestro cerebro. Si no nos damos cuenta de que tenemos sed, acabaremos comiendo más. Toma un vaso con agua antes de comer por impulsos, a lo mejor lo que realmente sientes es sed.

No eliminaste los alimentos que incrementan el apetito
Los carbohidratos refinados como arroz blanco, azúcar y alimentos hechos con harina blanca incrementan los niveles de glucosa en sangre dramáticamente y muy rápido. Tener un nivel alto de glucosa es dañino para el cuerpo, así el cuerpo responde abruptamente: produce una gran cantidad de insulina para disminuir los niveles tan altos de glucosa. El resultado es un nivel bajo de glucosa en sangre, lo que provoca sensaciones reales de hambre después de un corto periodo de tiempo de haber comido. Esto provoca que comas más aunque ya hayas consumido las calorías que necesita tu cuerpo.

No trabajaste enzimas que queman grasa
Cuando pensamos en ejercicio se nos viene a la mente salir a correr o hacer ejercicios intensos de cardio. Este tipo de entrenamientos ayudan a quemar grasa. El cuerpo es altamente adaptativo y muy sabio además. Si tu cuerpo necesita grasa para realizar este tipo de entrenamientos, ¿no crees que aumentará los depósitos de grasa facilitando su disponibilidad en la siguiente ocasión? Tu cuerpo es altamente adaptable. Si comienzas a realizar actividades que utilizan grasa, tu cuerpo tendrá más grasa disponible para ti. Es por esto que hay personas que no pueden bajar de peso aún entrenando intensamente cardio o pesas. Cuando haces intervalos en tus rutinas de entrenamiento no quemas una gran cantidad de grasa mientras lo haces, quemas glucosa. Sin embargo 24 horas después de este tipo de entrenamientos tu cuerpo mantiene constante la quema de grasa y no estimulas a tu cuerpo a disponer de grasa. Si buscas bajar de peso cambia tus rutinas intensas de cardio por entrenamiento de intervalos.

Un Comentario

Comentarios cerrados.